SALA RAZZMATAZZ, 12/02/22
Gira "Nuevo Cancionero Burgalés"
La Sala Razzmatazz volvió a abrir este finde y lo hizo a lo grande, con doblete y prácticamente llenos los dos días con una de las bandas con mayor empuje, proyección e independientes de este país, LA M.O.D.A. La Maravillosa Orquesta del Alcohol han pasado por Barcelona para presentarnos su nuevo disco "Nuevo Cancionero Burgalés" un disco con influjo de la canción popular Burgalesa, canciones inspiradas en los cancioneros clásicos de Federico Olmeda y Antonio José .
Nacho Mur [guitarra y mandolina], Alvar de Pablo [saxo, clarinete y coros], Caleb Melguizo [batería], Joselito Maravillas [acordeón y coros], Jorge Juan [bajo], Jacobo Naya [teclados, banjo y guitarra] y David Ruiz [voz y guitarra] son LA M.O.D.A, la iluminación, la puesta en escena y los siete, ataviados con su ya habitual vestuario de camisetas de tirantes blancas otorgan a la banda un aire y filosofía de carácter disconforme y anárquico de orquesta de Cabaret ambulante que, pertrechados con pocos instrumentos traían la alegría y la fiesta a los todos los pueblos por lo que pasaban tocando hasta el amanecer exprimiendo hasta la última gota de alcohol que pudiera quedar.
El aire de fiesta que se respiraba en Razzmatazz era parecido, veníamos de fuertes restricciones en Barcelona y habían muchas ganas de volver a las salas, la marquesina exterior anunciando el concierto brillaba más que nunca, las letras de "Volveremos pronto, Gracias" ya se habían guardado en la caja para, esperemos, no tener que volverlas a sacar nunca más. El público poco a poco se agolpaba en la puerta, l@s lateros y l@s vendedor@s de camisetas poco a poco iban emergiendo, camisetas con el logo estilo Dark Cabaret de la banda, otras con la siglas de N.C.B y otras con la mítica inscripción de la canción Héroes del Sábado empezaban a adornar la calle Almogàvers esperando el ansiado momento de entrar y que diera comienzo el show.
Está la sala llena, se denota una mezcla de impaciencia, emoción y nerviosismo que poco a poco se iban traduciendo en forma de gritos y silbidos que tienen siempre lugar en los momentos previos a que se apaguen las luces de la sala. Este mismo nerviosismo se palpa también en el foso de los fotógrafos, cámaras desenfundadas, reglajes adecuados y el dedo índice preparado para no perder ni un momento de lo que va a pasar hasta que de pronto, la sala torna oscura, los gritos, jaleos, silbidos invaden y hacen retumbar la sala, sin duda, mi momento favorito.
Comienzan a sonar en la negrura e intermitencia de los focos laterales Un lunes, primera canción del nuevo disco, se reconoce enseguida y todo el público comienza a cantarla a la par, la banda respira y se encomiendan a los nervios de su estómago mientras esperan su entrada desde el backstage. La M.O.D.A empieza a pisar las tablas y aparecen uno detrás de otro a escena, el público enloquece, puños, dedos y manos en alto que se levantan entre los gritos, se colocan en su sitio y esperan al momento justo de la canción en el que toca empezar, y en ese momento, se desata la excitación acumulada y comienza la fiesta.
'Estaba un señor pastor un lunes por la mañana estaba sentado al sol
remendando la zamarra vio venir siete lobitos y en medio una loba parda,
loba deja esos corderos que a ti no te deben nada yo a ti no te debo nada.'
Con el público totalmente entregado darían paso a La Molinera, segunda canción del NCB, pero no sin que antes David saludara al público:
Bona nit Barcelona Com esteu? Esteu bé? Nosaltres estem
molt molt contents, quina alegria tornar a la vostra
terra, moltes gràcies! És molt difícil fer un
concert amb la que està caient i per això volem agrair
de tot cor que vingueu, moltes gràcies!!.
Quién será capaz de aguantar el peso de lo que vendrá.
La inmensidad, Mil demonios y Una Canción para no decir Te Quiero, las tres del disco "Salvavida ( de los balas perdidas ) serían las canciones clásicas de la banda que vendrían a continuación, una declaración de intenciones y una manera de preguntar quien será capaz de aguantar el peso de lo que vendrá.
El público estaba tan entregado que tenían claro desde el momento en que se apagaron las luces que lo iban a dar todo, y el repertorio de LA M.O.D.A está lleno de grandísimas canciones en las que no se deja de cantar, saltar y bailar en ningún momento, por lo que el intercambio de energía entre público y banda se podía cortar con la misma navaja de La Molinera. Habían muchas ganas de concierto, habían muchas ganas de bailar, habían muchas ganas de dejarse el alma y poner la vista hacia el futuro.
Mientras tanto, en el foso, las cámaras fotográficas echaban humo, durante la canción de Vasos vacíos (¿Quién nos va a salvar?) me encontraba justo en la parte central, en eso momento, Johnny Cash, cogió suavemente la cabeza de su Frontman y la inclinó para que mirara hacia el objetivo y te regalara una de esas poses sonrientes, de las que te transmiten que todo está yendo muy bien, uno de esos momentos que de cuando en cuando suelen regalarte los artistas y en los que has de estar preparado si quieres capturarlo, "Osti, está mirando, es el momento, velocidad? ok! tiempo de obturación ? ok! Exposímetro? a su puta bola, dale y que salga como salga............Viva Burgos, copón! con sombra dramática y todo".
Bloque a bloque, canción a canción el ambiente de fiesta iba aumentando, intentos de Castellers, pogos, brazos que no descansaban, gargantas que se desgañitaban y mantenían a la Banda en la estratosfera terrestre sin bajar la energía, y ellos sin soltar al público, jugando, compartiendo miradas y sonrisas, sosteniendo el afilado cancionero del repertorio en el punto de equilibrio del Folk, Rock, Punk y la belleza poética, cancionero en el que no faltaron los ocho cortes que componen el "Nuevo Cancionero Burgalés" ni tampoco canciones imprescindibles como La Vieja banda, PRMVR, Colectivo Nostalgia, Quién nos va a salvar o Los Lobos, con la que llegaríamos a Tiempo para despedirse canción que ya nos llevaría al último bloque de canciones después de un pequeño descanso en el que el público no dejó enfriar el ambiente ni tan solo un segundo porque sabían que faltaban los himnos de la banda, no podían ser otros que Nómadas, 1932 y Héroes del Sábado para así finalizar el concierto con Mañana me voy a Burgos, poniendo punto y final a dos grandes noches de casi dos horas de concierto
Los abrazos de la banda en el escenario y el saludo al público era la imagen de la satisfacción, del trabajo bien hecho, del objetivo cumplido, de la complicidad, de compañeros de este viaje itinerante, un viaje a ninguna parte como el de Fernando Fernán Gómez, un feliz retorno a casa y tomar un poco de aire antes de los 6 conciertos que les esperan esta misma semana en La Riviera de Madrid, sentir haber logrado en algún momento que nos sintamos bien, felices durante toda la duración del concierto, no podría haber sido mejor; presentación completa del nuevo disco N.C.B, repaso por las canciones más importantes de toda la discografía de la banda repartidas en un repertorio de 27 canciones, concierto de mucha energía, intenso, eléctrico, directo y festivo que les llevará durante este 2022 hasta Septiembre por las principales ciudades y festivales del País.
Larga vida a LA M.O.D.A.
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